La salida de Iñaki Bea fue un rumor que se
regó como pólvora en horas, y se materializó apenas días antes de una serie de
partidos amistosos contra Cuba. En muchos medios locales se habló de que
lo despidieron, pero en declaraciones en su primera rueda de prensa en Soria
dijo que la llamada del presidente del Numancia, Rubén Andrés le tomó haciendo las maletas para venir a la República Dominicana, y que una
cláusula en su contrato le permitió aceptar la oferta de ser el entrenador de
ese club. Posteriormente en una entrevista el 14 de noviembre en el programa
dominicana Alineación Titular, se desahogó sobre cómo había sido la
situación. A la espera de una respuesta oficial de la federación, recordaremos
su breve paso por la selección dominicana.
Desarrollo y resultados
El entrenador español solo dirigió a la
selección por cuatro partidos, la menor cantidad para un entrenador oficial
desde que Cheché Hernández dirigió apenas dos en 2015. El vasco uno de
los dirigentes más efímeros en la historia de la selección, y es el segundo que
coloca el actual comité ejecutivo de la federación. Esto último habla mucho de
los “proyectos a largo plazo” de quienes dirigen el balompié aquí. Al ritmo que
vamos lo único duradero en el fútbol dominicano será la presencia de los
señores del comité ejecutivo, pues ahí si no hay cláusulas de recisión, ni
despidos ni mucho menos renuncias.
En un inicio el entrenador se decantó por hacer
una concentración en el Pinatar Arena de Murcia en España antes que
concentrarse en Santo Domingo y hacer un amistoso (la selección tenía 9
meses sin jugar). Esta decisión cuestionable por los costos se justificó porque
querían atraer a los eurodominicanos a la selección. Al final no hubo
resultados ni hay legado de esa aventura, de hecho, hoy mismo la selección está
más cerca de descender a Liga C de Concacaf, que se sacar un puesto para
la próxima Copa Oro. En cuanto a los partidos dirigidos, ya se hice una valoración hace unos
meses, y en
términos tanto de desempeño como resultados se puede considerar como mínimo malo.
Hay que agregar que fue un entrenador que a diferencia de otros le dejaron
traer a casi todo su cuerpo técnico desde España, cuando por lo general
aquí los seleccionadores son complementados con material local.
Su actitud y carácter para todo.
Fuera del terreno de juego Bea no se mostró muy
comedido en sus declaraciones. Habló fuertemente de varios jugadores de Europa
como Heinz Morschel, Juan Familia-Castillo, Noam Baumann y Ricky Alba.
Aunque muchos fanáticos alabaron su boca dura, personalmente no veía con buenos
ojos que un seleccionador hiciera ese tipo de declaraciones de jugadores.
Cuando tocó verse con la prensa sacó sus espinas, a un entrevistador le cortó
la pregunta que le estaba haciendo y dijo, “esta es la pregunta que me tienes
que hacer”. Sobre el terreno de juego cuando alguien le preguntó sobre la lesión
de Edarlyn Reyes luego del juego contra Guyana Francesa, dijo que él no
era médico, y sacó su curriculum a pasear diciendo todo lo que ha hecho en su
vida. Definitivamente los miraba por encima del hombro, pero a nadie parecía
importarle.
Esta actitud también alcanzó su relación con
los jugadores que fueron convocados. A muchos no les gustaban para nada sus
formas y palabras contra ellos ya fuesen veteranos o novatos. También su
favoritismo con los eurodominicanos fue visto con recelos por los de origen
local. Por otro lado, su manejo donde humilló jugadores con sustituciones tempranas
en aquel partido contra Guatemala dejó mucho que desear. Los murmullos desde el
camerino señalaban a varios los jugadores incómodos por sus formas.
Los fanáticos dejaron pasar todo eso, pero hubo
un momento de quiebre luego del Campeonato Concacaf Sub20 de Honduras.
En la prensa española empezaron a salir artículos y entrevistas donde en buen
dominicano “empezó tomar mucho puesto”. En las redes a los fanáticos no
les gustó esto en especial porque el dirigente que debía tener todos los
reflectores era el dominicano Mariano Tejeda. Por ejemplo, en 20
Minutos lo pusieron como nuestro héroe nacional. Así apareció en medios españoles
de mayor o menor relevancia, en un esfuerzo de marketing.
Desenlace
Pero ¿podríamos decir que usó la selección
dominicana como trampolín para conseguir algo mejor? Bueno, es cierto que no se
fue para dirigir un gran equipo en un gran nivel, ya que el C.D Numancia
está en la 3era División de España. Aunque por otro lado no es
tan llamativo para el currículo profesional que dirigiste una pequeña selección
de la Concacaf por 4 partidos (sin mencionar el mal desempeño). Pero
definitivamente logró meterse en la prensa de su país posicionándose y
acaparando titulares, algo que nunca iba a lograr si seguía dirigiendo al
equipo de desempleados de la AFE. La clasificación al Mundial del
2023 y a los Juegos Olímpicos del 2024, lo puso en todos los diarios
digitales e impresos con un protagonismo increíble, cuando no fue más que una
adición de último momento al banquillo. Puro mercadeo y posicionamiento de
producto, que como dijimos anteriormente no caló muy bien entre los fanáticos
dominicanos.
Aunque su salida también está relacionada por
la forma en que se manejaban las cosas aquí, y en la primera oportunidad que
vio se marchó. Según dijo, en agosto aceptó una rebaja de un 70% de su sueldo e
irse de vuelta a España y solo venir cuando hubiese compromisos. Todo
esto para ahorrarle dinero a una federación que maneja millones de dólares.
También en sus declaraciones dejó claro que faltaron medios y recursos para
hacer las cosas bien, agregando que no veía claro cuál era el proyecto de
selección nacional (nadie lo ha visto). La cereza en el pastel fue cuando dijo que
no tenía un contrato, algo que concuerda con el hecho de lo fugaz de su salida.
Para sorpresa de nadie, la gestión de la federación aparece como una de las
causas de su salida.
¿Qué le queda al fútbol dominicano de todo esto?
La historia de Iñaki no es nueva por estos
lares, ya Roberto Díaz en 2016, José Hernández en 2015, y Ljubomir
Crnokrak en 2007 tuvieron problemas con la federación y se fueron botando
humo. Su caso en particular se parece mucho al de Jacques Passy en 2021,
quién antes de no decidir renovar ya estaba buscándosela con un equipo de 2da
División de México, aunque no se concretó. De Passy siempre se dijo que no
recibía un salario fijo y no vivía en República Dominicana. A su salida
el mexicano habló de que hizo muchos sacrificios y que su no renovación tuvo
mucho que ver conque su visión de lo que debía ser la selección no encajaba con
la que tenían en Fedofutbol.
El actual comité ejecutivo de nuevo falló en armar un proyecto para la selección, siendo este el segundo entrenador que ponen al mando en poco más de 2 años. Como sabemos este problema viene de lejos con 8 entrenadores diferentes en los últimos 7 años, y lo particular de este último caso es que dejó al equipo a mitad de un proceso. Pero en el fondo nada ha cambiado y las razones de los fallos no distan de ser las mismas. Parece que como diría el señor Marx, “la historia ocurre dos veces: la primera vez como una tragedia y la segunda como una farsa". Ya vimos 20 años de la primera, y la segunda apenas empieza, así que ajusten sus cinturones que “esto no se sabe dónde vayas a paral”.
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