La naturaleza
de la temporada actual del fútbol coloca a los jugadores en una situación mucho
más vulnerable que antes, pues muchos han pasado serias dificultades
financieras por el gran parón que ha tenido el fútbol. No tardaron en salir las
fuertes denuncias en redes sociales de diversos tipos de desconsideraciones e
irregularidades en contra de los jugadores. Esto era de esperarse, pues si en
el pasado con condiciones normales existían problemas con los sueldos,
contratos y seguros médicos, era de suponerse que las cosas iban a empeorar.
Lamentablemente
los pocos jugadores que quieran defenderse no tienen quien les apoye. El primer
gremio de futbolistas conocido como Asofutdom,
en el cual estaban inscritos la mayoría de los jugadores de la liga dominicana,
fue zancajeada y marginada por personajes que al parecer no les gustaban las
formas en que reclamaban los derechos de sus asociados. Al final Asofutdom
se colocó en pausa, y varios de sus
miembros tuvieron que salir el año pasado del país por asuntos personales.
Para confusión
de muchos, otro sindicato de jugadores llamado Unión Dominicana de
Futbolistas Profesionales fue registrado el 21 de junio de 201. Coincidencialmente
esto fue días después de que Asofutdom
hiciera una demanda ante FIFA y FIFPro contra la Comisión
Normalizadora por las irregularidades contractuales que padecían los
jugadores de la LDF, un hecho que a ellos no les gustó mucho. Al parecer
se necesitaba un grupo más dócil, y la Umdomprof
fue acogida en este escenario. El nuevo sindicato recibió la bendición de la CN
que les dio el visto bueno para pertenecer a la Fedofutbol en la asamblea de enero de este año, y de paso “disminuyó”
a Asofutdom porque no estaba
endosados por ellos. Sin embargo estos últimos entiende que al ser la primera e
incluso contar con una acción de amparo constitucional que obtuvieron luego de
un enfrentamiento en tribunales con Félix Ledezma, no pueden marginarlos
como sindicato.
No obstante, la
quimera de Umdomprof no podía llegar
muy lejos en su camino ya que ese no era el objetivo, en junio pasado (6
meses después de que los avalaron) su presidente admitió que conseguir
afiliar jugadores era una tarea imposible, y que no podía iniciar el proceso de
afiliación a FIFPro debido a esto. Los que habían venido a enderezar el
fútbol dominicano dieron el visto bueno para que una asociación de futbolistas
sin futbolistas se uniera al organigrama de la federación. Todo esto con el
objetivo de darles a ellos un aval con el cual querían minimizar, cohibir y
desplazar a los que de verdad hacían el trabajo. Este legado de ellos podría
ser casi tan nocivo para el fútbol local como el logotipo dentífrico.
Umdomprof ya hizo su
papel en esta tragedia y puede enseñar su aval federativo con orgullo, mientras
su presidente Edward Cruz no ha podido hacer nada concreto (en
entrevistas se le ha visto poniendo más excusas que soluciones). La
comunicación por redes o por cualquier otro medio ha sido nula, salvo una
paginita de Facebook con 64 miembros prácticamente vacía. En algunas
intervenciones en programas de radio los entrevistadores le han tenido que decir
al presidente de Umdomprof como es que tiene que hacer su trabajo. El
colmo de todo fue un formulario
de inscripción donde se les pedía a los jugadores ceder sus derechos de
imagen, una locura propia de alguien que no tiene ni idea de lo que está
haciendo. No se sabe la cantidad de afiliados de este nuevo sindicatos pero se
habla de entre muy pocos y ninguno, pero sea cual sea el número ya vista la
retórica de su presidente me preocupa bastante el rumbo que tomen.
Sin embargo el
gran problema no es lo que podría pasar a los jugadores en estos 2 meses de
competencia, sino el futuro. Si está unión no ha podido hacer nada en esta
situación tan difícil, no se puede esperar mucho más adelante, pues los buenos
capitanes se conocen en la tempestad. Por otra parte, no me queda claro si los
jugadores han sido escépticos ante la Umdomprof
porque los sienten como “usurpadores” en plan Gabriela Spanic de Asofutdom o porque simplemente no
confían en ellos para que los defiendan, pues los ven como sumisos y
dependientes de la autoridad.
Tengo la
esperanza de que algunos den un paso al frente para no dejar desamparados a sus
excompañeros de juego. Por ahí están Luis Alexander Rodríguez, Hansley
Martínez, Dilio Guerrero y Felipe García miembros actuales y
pasados de Asofutdom, todos ellos con
ánimos y capacidad de aportar a la causa. Felipe es bastante activo en la
denuncia de situaciones irregulares contra los jugadores, y se le conoce por llevar
el famoso caso de Núñez vs Atlético
San Francisco, un caso de tintes Brokovichianos, que ha mostrado
la cara más cínica de algunos directivos de equipos en nuestro país.
Pero si
algunos tienen una obligación moral con sus compañeros, otros tienen una más
grande con el deporte que dicen querer desarrollar aquí. Los directivos de los
equipos deben entender que la Liga Dominicana Fútbol solo empezará a ser
profesional cuando a todos los futbolistas se les trate profesionalmente. Tienen
que interiorizar y comprender que lo que es bueno para el jugador es bueno para
el fútbol. Deben dejar de tildar peyorativamente de sindicalistas a quienes
exigen sus derechos, y odiar a muerte quien intente defender un jugador
legalmente.
¿Podrán
todos los jugadores tener un trato justo ante las leyes laborales de este país
sin estar sometidos a irregularidades, sin tener que aguantar en silencio para
asegurar el sustento, sin miedo a ser señalado al alzar su voz? Ese es el sueño que todos los que quieren lo mejor para el
balompié nacional deben tener, pero no se concretizara hasta que algunos dejen
de pensar que ese sueño es su pesadilla.
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