En tres
temporadas los equipos dominicanos de fútbol han dejado su huella en el Campeonato de Clubes en el Caribe. Cibao FC conquistó el título de forma
invicta la temporada pasada, y ahora Atlético
de Pantoja les sigue los pasos. Las actuaciones de otros conjuntos han sido
también destacables, y aunque pudieron ser mejores los equipos criollos ya son
tomados en serio por sus pares de la zona.
En la fase de
grupos del Campeonato de Clubes del
Caribe de este año el Atlético de
Pantoja se impuso de forma invicta y sin permitir goles en el Grupo A. “Los Guerreros” estuvieron lentos en el primer partido que
empataron contra el Arnett Gardens,
pero luego pasaron como una aplanadora sobre sus demás oponentes. Por su parte
el Atlántico FC vino de más a menos
y no pudo cumplir ante su público, cuando un autogol los sacó de la competencia
en el último partido. El equipo que venía de una enorme reconstrucción no
encontró química suficiente entre sus nuevos miembros (más del 80% de la
plantilla es no estuvo el año pasado), y “La
Máquina Azul” no pudo zarpar hacia la próxima ronda.
Nuevas Realidades En La Zona Caribeña.
Ahora con el
nuevo formato de la competencia los equipos dominicanos tendrán partidos más
parejos, solamente enfrentándose a los campeones y subcampeones de las ligas de
Haití, Jamaica, y Trinidad y Tobago.
Estas son las ligas caribeñas mejor organizadas, por lo cual nuestros equipos están
siendo exigidos al máximo. Podemos ver una tabla que contempla los récords de
las 4 grandes ligas del Caribe
jugando entre ellas en los últimos 3 años.
A pesar de
enfrentarse a equipos más viejos los equipos de la LDF tienen un record positivo en enfrentamientos históricos con sus
pares de otras ligas. Han superado ampliamente a los equipos haitianos (nunca
un equipo haitiano ha vencido a un equipo dominicano), y ha desafiado a los
equipos trinitenses que actualmente pasan por un muy mal momento.
La liga de Trinidad y Tobago (conocida como TTProleague), atraviesa por una crisis
muy fuerte debido a la falta de apoyo del público, y el retiro de la ayuda
económica del gobierno. La eliminación del “histórico”
club W-Connection en su propia casa
cayó como un balde de agua fría a la prensa trinitense, la cual vio al otro gigante
del Caribe ser arrollado por un
equipo proveniente de una liga recién formada llamado Atlético de Pantoja. Desde que los
equipos de la LDF entraron a la
competencia en 2016, tienen récord tres victorias y dos derrotas frente a los
equipos de la TTProleague, dejando
claro que la marea del Mar Caribe ha
cambiado a nuestro favor.
Sin embargo aún falta
superar a los equipos de Jamaica
contra los cuales los equipos de la la liga tienen récord de tres empates, una
derrota y ninguna victoria. Ese es el deber del Atlético de Pantoja, quienes deberían emular el gesto del Cibao FC (cuando este superó al Central FC y al San Juan Jabloteh en Trinidad
hace casi un año), y superar al Arnett
Gardens, y al Portmore United en
la próxima fase que será en Jamaica.
Ventajas y Retos Para La LDF.
La ventaja sobre
los equipos del Caribe es evidente,
económicamente las escuadras dominicanas son más fuertes pudiendo tener a varios
jugadores extranjeros en su plantilla, mientras que los equipos jamaiquinos,
haitianos y trinitenses solo usan jugadores locales. Podemos observar las
camisetas los pocos sponsors de esos equipos, lo que nos indica que tanto apoyo
económico de capital privado tienen. Algo que también se debe destacar es que
los conjuntos de esos países no hacen giras de pretemporada en el extranjero
como si hacen algunos de la LDF.
Ya se habla de
nuestra liga como la de más progreso en el Caribe,
y los desempeños de nuestros oncenos lo confirman, pero lo difícil no es
llegar, sino mantenerse. Estos equipos han llegado donde están trabajando duro
e invirtiendo fuertes sumas de dinero. Por eso la liga tiene que volverse económicamente
viable para todos, y así mantener el nivel e irlo incrementando con el paso de
los años cuando nos codeemos con los equipos de Centroamérica. No obstante se han visto cosas que apuntan en la dirección
opuesta; venta de derechos a terceros, perdida de patrocinadores, contratos
secretos y otras más, que adentran a la LDF
en un futuro nebuloso.
En este cuarto
año de competencia los clubes que conforman la LDF deben verse en el espejo de la TTProleague, y de cómo pasó de ser la fábrica de campeones del Caribe a ser una liga que sobrevive
como puede, con muchos equipos en situación económica crítica, y un éxodo
masivo de jugadores. Los equipos dominicanos que ahora se sientan en el podio
del Caribe deben empoderarse y
evitar que la Liga Dominicana de Fútbol
termine como su homóloga trinitense, exigiendo inteligencia económica, y reglas
claras a quienes la dirigen. Si bien solo algunos equipos han iniciado “La Conquista Del Caribe”, se necesita
de todos para concretizarla, unión y visión es el reto de los equipos dominicanos para posicionar la
liga como una referencia de la región.