La selección femenina de mayores jugará un triangular contra sus
similares de Panamá y Nicaragua a celebrarse entre el 4 y 10 de
julio en el estadio Rod Carew en ciudad de Panamá. Todos los
focos del balompié local se posan ahora sobre las quisqueyanas y en su nuevo
entrenador, el español Beni Rubio. Presentado hace poco menos de una
semana, ha dado entrevistas a los medios y en menos de una semana dio el listado
de las jugadoras convocadas. Solo hay un antecedente de enfrentamiento con una
selección centroamericana, la derrota 6-0 contra Guatemala en el Preolímpico
de Vancouver el 24 de enero del 2012.
A continuación una extendida reflexión de cada una de estas selecciones, su respectiva actualidad y cómo llegan para este interesante triangular.
Panamá
La selección panameña viene en ascenso desde hace unos años,
pasando de no clasificar a la Copa Oro Femenina en 2010 y 2014,
a quedar en un cuarto lugar en 2018. Su director técnico Nacho Quintana
tomó el timón hace apenas 6 meses en sustitución del antiguo seleccionador
local Kenneth Zseremeta. Este año han jugado amistosos contra Guatemala
(de visitantes y dividieron honores 3-1 y 0-3), y viajaron a Japón,
donde el poderosísimo equipo asiático les doblegó 7-0.
Panamá ocupa el lugar 60 en el ranking FIFA, y el 6to lugar entra las selecciones de Concacaf.
La mayoría de las jugadoras (específicamente 15 de las 25) vienen de
su propio proyecto nacional, la Liga Femenina Panameña, otras de ligas
extranjeras como Natalia Mills y Kenia Rangel del Alajuelense
de Costa Rica, y Martha Cox del León de México. Y
otras, unas menos pocas, vienen de instituciones educativas de Estados
Unidos, como Diana Pon, Natalie Cargill y Gabriella
Villagrand. La alta concentración de talento en su liga les permitió
trabajar a todo tren las últimas tres semanas.
El liderazgo de las más veteranas Cox y Rangel en el mediocampo será importante y, claro, no se le puede quitar el ojo a Lineth Cedeño, goleadora y campeona con Tauro FC, quién a pesar de tener solo 20 años ha hecho buenos goles con la selección mayor.
Nicaragua
Ubicadas en el puesto 118 de FIFA, viven bajo la sombra de
otras selecciones más potentes de Centroamérica, y al igual que la
selección dominicana nunca ha podido clasificar a una Copa Oro Femenina.
A su favor, este año, se están preparando más. En abril visitaron a la
selección salvadoreña para jugar dos partidos amistosos, venciendo en ambos
enfrentamientos a las locales con marcadores de 0-2 y 1-3. Entre mayo y junio,
como preparación para este triangular, hicieron 7 microciclos de trabajo de la
mano de su entrenadora Elna Dixon (2 durante mayo y 5 durante junio). Dixon
está desde 2015 al mando de la selección mayor femenina y también de las
categorías inferiores.
Aunque no tienen una convocatoria oficial podemos hacer un cuadre con sus listas de microciclos. Se alimentan en su totalidad de la liga local, principalmente de los equipos UNAM Managua y Real Estelí. La liga nicaragüense femenina está actualmente activa y por ello han captado a las goleadoras del Real Estelí; Yessenia Flores y Shary Hodgson. También cuentan con Mayqueling Márquez que juega en el Alianza de El Salvador.
República Dominicana
Esta plantilla en papel es prometedora, de las 22 convocadas 12 jugadoras militan a nivel universitario estadounidense y clubes internacionales; entre ellas están unas que reciben su primer llamado, por ejemplo, Manuela Lareo desde España, y otras que reciben su llamado de vuelta, como es el caso de Daphne Heyaime. Las hermanas Oviedo, Alyssa y Jazlyn, después de cumplir sus compromisos extracurriculares están de retorno. Y la portería queda en manos otra vez de Claudia Torres. Se destacan ausencias como las de Gabriella Marte, Meagan Harbison y Mia Asenjo, todas por lesión. Debido a la falta de competición la selección de jugadoras locales fue un poco desbalanceada y diferente. El fin de semana pasado el cuerpo de trabajo del nuevo entrenador empezó visorías con poco más de 60 jugadoras. Luego de ahí recortó la lista a 18, con las que inició un miniciclo el lunes de esta semana, y después de este listado quedaron finalmente 10.
Las dominicanas tienen dos aspectos en contra, primero, mucho menor tiempo de preparación en conjunto que sus rivales, y segundo, un nuevo entrenador con apenas una semana oficialmente en el cargo. Sin esperar resultados contundentes a favor de las quisqueyanas, lo que sí es que, en teoría, este grupo de convocadas debería mostrar mejorías evidentes en general y en comparación a los partidos disputados contra Puerto Rico en febrero; debido a que se lleva una cartera de jugadoras de más nivel y casi seguro, otra visión táctica.
Los ojos del país estarán más que nada puestos en las jugadoras europeas; Brianne Reed y Manuela Lareo, dos jugadoras de otro roce y bastante recorrido en ligas de primer nivel, otro eslabón en cuanto a experiencia y competición.
Probablemente, por convocatorias anteriores y su buen roce en esas instancias, para cualquiera de los dos partidos, podría darse un XI cercano a este: Torres, Colón, Reed, Dionicio, Ureña, Oviedo, Peréz, Clase, Lareo, Heyaime, Santa.
Más allá de los resultados, el objetivo de la tricolor a corto
plazo pasará por volver a potenciar nuestro material, ese que ha estado
inactivo, y continuar el desarrollo de las que han tenido la suerte de seguir
entrenando fuera del país. Además, que servirá de antesala para seguir filtrando
jugadoras con perfil de competición de cara a los compromisos restantes de este
2021, tanto los amistosos que surjan como la fase clasificatoria a la Copa
Oro 2022 que inicia el próximo noviembre.
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