En esta temporada muerta de la Liga Dominicana
de Fútbol se ha dado un fenómeno muy interesante, la llegada de jugadores
dominicanos desde otros países. En el pasado jugadores de la selección nacional
como Edipo Rodríguez (Atlético San Cristóbal), Samuel Lustenberger y Samuel
Zayas (Cibao F.C) han recalado aquí, y que incluso Atlántico F.C se convirtió
en alguna época en un puerto de desembarco para muchos hispanodominicanos. Esta
tendencia ha vuelto, pero notamos otras razones detrás de este resurgir.
En la
temporada muerta Cibao F.C logró
reclutar a Edipo Rodríguez, Cristopher Espuny, Carlos Ventura, Samuel Pérez y Gabriel
Núñez, mientras que los Delfines del
Este se hicieron de los servicios de Carlos
Heredia, Roberto Victoria, y Frank
De La Mota. Aunque alguno pueda pensar que han dado un paso hacia atrás eso
no es tan cierto; Espuny y Edipo estaban en el CF Amposta y el SD Almanza
respectivamente (4ta categoría de España), Heredia no tenía equipo
luego de salir del Miedz Legnica en
2da de Polonia, Ventura y Pérez
jugaban en el Callosa Deportiva y UD Horadada respectivamente (Regional
Preferente de Valencia en el 5to Nivel), Núñez estaba libre luego de una fuerte lesión
de ligamentos cruzados que le impidió de jugar con Firpo en El Salvador, De La Mota estaba sin
equipo luego de su fallida expedición en Portugal,
y Roberto Victoria viene del Juventud
Torremolinos en 4ta categoría de España.
Sinceramente entiendo
que la razón principal para este desembarco masivo es que selección se ha
vuelto más “competitiva” debido a que el pool de jugadores seleccionables está
aumentando considerablemente. El entrenador Jacques Passy ha armado un listado bastante extenso de jugadores
que pueden formar parte de la selección dominicana. Esto podría terminar
marginando a muchos jugadores de los cuales se sabe muy poco de su desempeño o
simplemente no juegan en sus clubes. Por ende moverse a un lugar donde puedan exhibir
mejor sus habilidades día a día es una
decisión inteligente para mantener su carrera profesional en buen rumbo.
También
observo otro factor que ha impulsado (y podría seguir impulsando) a los
jugadores a venir, el potencial acceso al creciente mercado norteamericano. La
incipiente primera división canadiense y las divisiones inferiores en Estados Unidos (USLC y USL One) podrían
ser destinos atractivos para los jugadores dominicanos. De hecho ya Gerard Lavergne fue fichado por el FC Tucon en la USL
One, y en el pasado reciente Dorny
Romero estuvo cerca de fichar con el Rio
Grande Valley Toros FC de la USLC. El ingreso de los clubes dominicanos a
las competiciones de la Concacaf aumenta la exposición de los jugadores a
mercados más grandes y apetecibles. De hecho el camerunés Patrice Sokho fue fichado por el Atlas luego de su buen desempeño
en el Campeonato de Clubes del Caribe de 2017 con Cibao F.C.
Los resultados
de esta migración están por verse aunque ya Carlos Ventura obtuvo dividendos
con su debut en la selección mucho antes de hacerlo con su club. Viendo esto, es muy probable que algunos pueden
volver a la selección nacional o terminen moviéndose a un mercado más grande.
En lo que pasa una u otra cosa la LDF se beneficia de esto, ya que es mucho
mejor para la competencia traer de vuelta a jugadores dominicanos jóvenes que
los cohetes explotados sub38 que se han importado recientemente. De hecho si
esta primera fase del desembarco de “los
retornados” es efectiva, no dudo de que muchos otros jugadores que están en
divisiones bien bajas (amateurs y semiprofesionales) del viejo continente hagan
lo mismo.
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