Rubén García nuevo presidente de la FEDOFUTBOL
Tenemos un nuevo
presidente de Fedofutbol desde hace pocos días, y si bien es cierto que
todos vimos su designación, las felicitaciones, las reseñas en los medios de
comunicación. Sin embargo es prudente rebobinar el cassette y ver cómo pasó
todo esto, porque es un momento histórico para el fútbol dominicano, y merece
ser visto en cámara lenta.
El nombre de Rubén
García empezó a aparecer en las quinielas para dirigir la Fedofutbol
cuando llegó la primera suspensión de Osiris Guzmán en 2018. Siempre mantuvo
un bajo perfil, manteniéndose lejos del escenario principal, a diferencia de
otros candidatos que se mantenían bastante activos en redes sociales y medio de
comunicación hablando de sus propuestas. Solo se decía que era un potencial
candidato, pues aún nadie sabía que iba a pasar con el otrora caudillo del
fútbol dominicano.
Llegó la condena
definitiva contra OG por parte de la FIFA, y sus fieles seguidores
tenían que elegir al nuevo sucesor. Por
aquel entonces se rumoró de una famosa votación secreta en San Cristóbal
entre 26 asociaciones para elegir un nuevo candidato, en la misma supuestamente
ganó Félix Ledesma a García por un estrecho margen. Ledesma
era la mano derecha del antiguo caudillo y todo apuntaba a que era el hombre
ideal para tomar el relevo. Sin embargo, los antecedentes del antiguo director
de la LDF pesaban mucho, y decidió desistir cuando vio que la misma FIFA
venía con todo a organizar las cosas.
García estaba en una posición muy ventajosa, era un presidente activo de una
asociación, y además presidente de un equipo de la Liga Dominicana de Fútbol.
Fue clave su contacto directo con todos los presidentes de asociaciones que en
su mayoría eran adeptos al antiguo régimen, pues al final del día solo
necesitaba convencerlos a ellos para ganar las elecciones. Toda esa
parafernalia de presentar proyectos, dar largas entrevistas planteando
propuestas y hacer lanzamientos, se la dejó a los otros, el prefirió trazar su
plan para ser presidente. Basándose en sus experiencias estaba bien claro de
cómo se ganan las elecciones en Fedofutbol.
En noviembre,
alrededor de una veintena de asociaciones aparecieron con registros de Onapi
a nombre de Arturo Heinse, un muy cercano colaborador de García.
Esto no era ni es ilegal, pero mucha gente empezó a ver el giro que estaban
tomando las cosas, pues era claro ya que un bando iba a dar un apoyo financiero
y logístico masivo para registrar la mayor cantidad de asociaciones posibles
asegurando así cierto “control” sobre las mismas. Luego de eso comenzó
el registro de clubes del cual ya hablamos en detalle en otro artículo, y el
registro de jugadores. En este punto ya las elecciones estaban prácticamente
decididas sin importar lo que pasase, pero faltaba atar todos los cabos para tener más tranquilidad.
La última parte del
plan fue perfecto, en las asociaciones donde podrían ser desplazados del poder
los antiguos dueños o sea los que tenían el registro gracias a la diligencias
oportunas del señor Heinse, hubo claras tácticas dilatorias con el fin
de retrasar las elecciones hasta después de la asamblea donde se presentaba el
apoyo a los presidentes, reduciendo así las probabilidades del candidato rival
ser nominado. Como cereza al pastel se organizó un pequeño “Golpe de
Estado” en Asofutdina. Allí en una votación cerrada la
asociación decidió apoyar a Rubén García, algo muy inesperado ya que ese
es el reducto del candidato rival del cual se esperaba un apoyo irresoluto.
Este golpe en el Distrito
Nacional, hundió las aspiraciones de Adalberto Rodríguez, quien solo
fue apoyado por Samaná y Santo Domingo, por lo que al no alcanzar
las tres nominaciones no pudo entrar como candidato. En verdad fue un movimiento
audaz de parte de quienes lo ejecutaron, y desnudó los problemas de liderazgo de
Adalberto en su misma parcela. La derrota no solo fue material, sino
también moral sobre su potencial rival. Un jaque mate que Rodríguez recordará
por el resto de su vida.
Las elecciones en las
otras provincias se fueron realizando, pero ya no tenían mucho sentido para las
elecciones del 15 de enero. Como era de esperarse fueron desplazados del
poder casi todos los osiristas con excepción del legendario Bartolito en
Independencia, y en Valverde donde aún el juego está trancado.
Luego de que la nueva directiva se posesione será solo cuestión de meses para
que las restantes asociaciones sean incorporadas, y la forma en que ellos hagan
esos procesos faltantes será un reflejo de lo que nos depara el futuro. Sin embargo la actitud que se está tomando en
lo concerniente a las asociaciones de futbolistas, y de cómo se pretende desplazar
de forma forzosa a la ya establecida no es un buena.
Asamblea FEDOFUTBOL donde resulto electo García
Al final si bien es
cierto que en este proceso llevado a cabo por la Comisión hubo muchos
momentos denunciables, los precandidatos nunca fueron de frente ni reclamaron
nada con la firmeza que ameritaba. Algunos de ellos nunca despegaron, otros se
quedaron soñando, y otros jamás entendieron de qué iba esto. Con su plan para
sacar al oponente principal, el apoyo clave de los osiristas, así como el
enorme esfuerzo de logístico y financiero desplegado, García apostó a
hacer y luego prometer, obteniendo dividendos de forma instantánea.
Así llegó a su
puesto nuestro actual presidente, y claro que se pueden cuestionar los métodos,
pero la falta de liderazgo de quienes podían dar el paso al frente técnicamente
dio el visto bueno a todo el proceso. Está de más decir que su equipo de
trabajo fue bastante efectivo, y si ponen la mitad del empeño que tuvieron en
conseguir esta victoria en las funciones que les serán asignadas en la Federación,
no cabe la menor duda de que será un gran cuatrenio para el fútbol dominicano.
Con mucho que hacer de por medio en la federación, se espera que las nuevas
autoridades puedan sacar adelante el fútbol luego de los funestos 20 años de Osiris
Guzmán.
Muchos admiran a quienes practican la máxima napoleónica de,
“el fin justifica los medios”, pero no se percatan que no hay fin en verdad, y
que lo que llamamos fin en un momento nos planteará otros caminos que serán
fines para los cuales muy posiblemente se justifiquen otros medios, y así
sucesivamente hasta que tengamos más justificaciones que fines.
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